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Curso de Localización de Software II

Requisitos de espacio (10/10)

Es bien sabido que la longitud de un texto puede variar según la combinación de idiomas en cuestión. Por citar sólo un ejemplo, los textos suelen resultar más largos en la mayoría de los idiomas europeos que en su versión en inglés, "a menudo un 30 por ciento más".

Si la longitud del texto de destino cambia al traducir documentación escrita, los traductores deberán adaptar elementos como el número de páginas, las referencias y los índices. En el caso de traducir interfaces de usuario, puede que los traductores o localizadores tengan que adaptar el tamaño de los botones y cuadros de diálogo para que el texto de destino quepa en ellos. En cualquier caso, es buena idea mantener los nombres de los menús, los comandos y demás texto tan cortos como sea posible al traducir una interfaz de usuario.

Por regla general, las herramientas de localización de software permiten modificar el tamaño de los cuadros de diálogo. De cualquier forma, los traductores deben mantenerse creativos, dar prioridad a las traducciones más breves, abreviar palabras y usar la terminología de forma coherente en todos los componentes del software, tanto en la interfaz de usuario como en la documentación (cf. Esselink, 2000:67).