Las herramientas de localización de software son relativamente nuevas. Antes de 1990, no había tales herramientas como las conocemos hoy. Normalmente, los textos de interfaz de usuario contenidos en el código fuente eran traducidos directamente en el mismo y adaptados más tarde. Dependiendo de la complejidad de los textos del programa, la adaptación del texto traducido tenían que realizarla los mismos programadores, traductores con conocimientos de programación o ambos en colaboración estrecha.
En los 1990, esta situación cambió. Las compañías de desarrollo de software comenzaron a subcontratar la localización de su software, y esto mostró la urgente necesidad de crear herramientas y procesos especiales que permitieran a los traductores editar textos de la interfaz de usuario sin conocimientos especiales de programación o asistencia continuada de los programadores (Reineke, 2005:73-74). Como resultado, se adoptó un enfoque nuevo a la localización: la traducción de varios archivos de recurso (RC), a veces cientos, y el reajuste del tamaño en los cuadros de diálogo usando herramientas como Microsoft Developer Studio o editores de texto.
Se comenzaron a publicar con más frecuencia ediciones nuevas y actualizadas de los mismos programas, lo que hizo que el trabajo de los traductores fuera muy repetitivo. Para ahorrar tiempo y esfuerzo, los traductores comenzaron a utilizar herramientas de memorias de traducción. Sin embargo, el problema de reajustar el tamaño de los elementos de la interfaz gráfica de usuario suponía una gran inversión de tiempo y daba lugar a frecuentes errores. Una vez más, acabó siendo obvio que hacían falta herramientas especiales para la localización, que combinaran aspectos de la tecnología de memorias de traducción con la edición visual. Era hora del desarrollo de las herramientas de localización de software.
El siguiente paso en la industria de la localización fue dejar los procesos basados en archivos RC, que requerían mucho tiempo, y avanzar hacia la localización directa de archivos binarios precompilados utillizando aplicaciones de software especiales, las herramientas de localización de software (Lingobit Technologies, 2003-2007).
Históricamente, los mercados más grandes para los productos localizados han sido Francia, Alemania y Japón. Los desarrolladores de software suelen querer que sus productos, que normalmente se publican en inglés, sean localizados en primer lugar a FIGS (francés, italiano, alemán y español) y al japonés. Otros idiomas que pueden solicitarse en la localización son sueco, noruego, danés, holandés y portugués de brasil (Esselink, 2000:6).
Hoy en día, las herramientas de localización de software han ampliado la cantidad de formatos de archivo con los que son compatibles. Son compatibles con formatos tales como:
- Archivos binarios de recursos estándar de Windows (de 16 y 32 bits) (archivos EXE, DLL, SYS) y RC)
- Archivos binarios de Microsoft Visual Basic 6
- Archivos XML, incluido XLIFF
- HTML
- Archivos de Microsoft Installer (MSI)
- Archivos de texto monolingües
Algunas herramientas son compatibles con otros formatos de archivo, a través de add-ins. Se trata de pequeños programas escritos para extender ciertas características a las herramientas de localización de software. Algunos add-ins opcionales para otros formatos de archivo son:
- Archivos binarios de recursos de Microsoft .NET (EXE, DLLs satélite y ensamblados), archivos de recursos (RESX y RESOURCE), compatibilidad con cuadros de diálogo heredados (WYSIWYG), compatibilidad con controles y propiedades personalizados, compatibilidad de todos los marcos .NET
- Archivos binarios de recursos de Borland Delphi / C++ Builder (EXE, DLL, BPL)
- Java (todas las plataformas: Archivos J2EE, J2SE y J2ME), archivos de propiedades (PROPERTIES), archivos de código fuente (JAVA), archivos binarios (CLASS), archivos de proyecto Java (JAR)
Formatos de archivo compatibles adicionales:
- Analizador sintáctico de bases de datos ODBC
- MS Access, MS Excel
- MS SQL Server
- Oracle
- IBM DB2
- Palm OS Parser
- .Analizador sintáctico po