En general, una base de datos es una colección de datos que cumplen ciertas condiciones: por ejemplo, los datos deben ser gestionados para asegurar su integridad y calidad, y debería ser posible el acceso compartido por una comunidad de usuarios, y también debería seguir un esquema o ser compatible con un lenguaje de consulta.
Más en concreto, una base de datos terminológica (BDT) ha sido definida como "la colección de información sobre un término o concepto de forma estructurada y legible electrónicamente, combinada con un sistema de gestión terminológica". Aunque a menudo se utiliza como sinónimo de banco de datos terminológicos, hay algunas diferencias: De acuerdo con los terminólogos, por ejemplo, los bancos de datos terminológicos incluyen el entorno de organización, mientras que las bases de datos terminológicas no lo hacen (cf. Maslanko, 2004:9).
De acuerdo con su estructura, las bases de datos pueden ser relacionales, jerárquicas u orientadas a objetos.
- En las bases de datos relacionales, la información se guarda en tablas relacionadas entre sí por "claves primarias". Estas claves permiten encontrar y procesar la información relacionada que desee el usuario. El lenguaje estándar para gestionar las bases de datos relacionales es Structured Query Language (SQL). Algunos ejemplos de sistemas de bases de datos relacionales son Microsoft Access, Oracle, Lotus Approach, etc.
- Las bases de datos jerárquicas (o redes jerárquicas) permiten al usuario crear relaciones jerárquicas entre los datos, pero la funcionalidad de búsqueda está restringida. Por ejemplo, para obtener los datos es necesario navegar desde los llamados "puntos de entrada".
- Un enfoque prometedor son las bases de datos orientadas a objetos (BDOO). En este caso, los registros de datos guardados en tablas relacionales son representados como objetos, lo que, combinado con las posibilidades de las bases de datos, produce una base de datos ideal para un alto rendimiento y datos complejos.