Para crear una base de datos terminológicas, hay que utilizar software adecuado. En este contexto, hay que tener en cuenta el idioma, la interfaz de usuario, la comodidad de uso, las guías prácticas ("tutoriales"), la ayuda del programa, la capacidad de funcionar a través de una red, las funciones de importación/exportación, etc.
Una base de datos, ya sea orientada a conceptos o a términos, requiere una estructura bien diseñada de los datos terminológicos existentes, en particular en tres áreas principales: microestructura (micromodelo), macroestructura (macromodelo) y categorías de datos de las entradas.
Normalmente, para cada estructura hay una cantidad mínima de información que hay que incluir en los demás niveles.