Los proyectos de localización de software de interfaces de usuario implican la traducción y adaptación de todos los elementos de la interfaz de usuario que contienen texto, así como el uso de herramientas de localización de software (ver Curso de Localización de Software IV), lo cual permite la extracción y edición del texto traducible de la interfaz de usuario. Por lo general, los gestores de proyecto o ingenieros de software son responsables de la preparación de los archivos de origen que contienen los elementos traducibles del software. La preparación de estos archivos varía según el método utilizado para traducir y editar los textos, las herramientas usadas, las necesidades del cliente, etc. Los traductores efectúan la traducción de los textos al idioma de destino, para lo cual tienen que trabajar con gráficos, imágenes e iconos, manuales de usuario, etc., además de la aplicación de software misma. A menudo, los traductores pueden tener que trabajar con ingenieros de software para probar el software. Tanto los traductores como los ingenieros de software pueden ser responsables del cambio del tamaño del menú, etc., para hacer caber los textos de destino en el espacio disponible.
Pero, ¿qué es exactamente lo que tiene que se tiene que localizar en la interfaz de usuario? Hay que saber primero que una aplicación de software está compuesta por un código y elementos de programa. El código de programa contiene las intrucciones que controlan el rendimiento y las funciones de un programa, y los elementos de programa (también llamados elementos de interacción) proporcionan una base de «comunicación» entre el usuario y el programa. Ambos componentes del software contienen elementos que deben ser localizados. Por ejemplo:
- En código de programa: fecha, hora, número, formatos de divisas y de papel; teclas rápidas o cobinaciones de teclas; y conjuntos de caracteres
- En elementos de interacción: nombres de botones, tooltips, menús, sub-menús, cuadros de diálogo y sus elementos internos (opciones, listas, etc.), mensajes de sistema (mensajes de error o de estado de sistema), etc.
Por lo general, el número de elementos localizables en el código de programa siempre es menor al de los elementos localizables en los elementos de interacción. A menudo, los proyectos de localización de software implican traducir sólo la interfaz de usuario. Sin embargo, es muy importante tener presente que limitar la localización a la interfaz de usuario de una aplicación implica que los usuarios tendrán que trabajar con dos idiomas al usar el producto. Y esto no es muy cómodo para el usuario. Se debe realizar una prueba de la interfaz de usuario de la aplicación antes de traducir la documentación para evitar tener que hacer correcciones a una traducción aún no completa (Müller, 2005). Cada modificación de la traducción de la interfaz de usuario implicaría una repetición tanto de las pruebas como de la traducción, ya que la terminología de la interfaz de usuario debe corresponder a la de la documentación. Sin embargo, sabemos que, a menudo, las cosas en la vida real no resultan como se las había planeado. Por ejemplo, la localización de documentación y de interfaz de usuario ocurre a veces simultáneamente y dentro de cronogramas ajustados (Johnson, 2002).